Este patio se encuentra situado en la calle de la Plata, 17

Calle muy antigua, cuyo trazado ha debido variar muy poco y que enlaza Zocodover con el barrio del oeste de Toledo, y también, desde época remota, lugar de concentración de orfebres y comerciantes acaudalados, algunos de origen converso o tenidos por tales.

Un orfebre se menciona ya en 1181, llamado Yahya ben Mofarech “el Platero”, propietario de una casa en el barrio de San Juan Bautista, casa que estaba en la acera norte de la calle. Desde 1213 se citan a estos orebzes en los documentos mozárabes.

Es digno señalar que, en esta calle, hacia la mitad de su trayecto, hay un cambio de rasante donde nace el adarve de los Husillos; unión que es una de las colinas advertidas de la ciudad, pero efectiva. Por tal divisoria de aguas se la describía en 1776-78 divida en dos cuarteles, el de la Puerta Nueva (desde Usillos a San Vicente) el del Barco (desde Usillos hasta la cuesta de Belén). Por cierto, que el ámbito legal de esta calle no coincide con el que normalmente se le atribuye. Si se pregunta a cualquier toledano que dónde comienza, dirá sin vacilar que en la esquina del hotel Lino; pero no es así, sino en el ángulo con la plaza de Cordonerías, en cuya casa (transformador eléctrico hoy) está aún la placa, poco presentable, por cierto, que así lo acredita. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)

El edificio ubicado en el número 17 de la calle, fue rehabilitado en el año 2010 gracias a un Convenio en Área de Rehabilitación. En su parte alta se pudo recuperar milagrosamente, debido a su mal estado, una sala de vistas de tipología mudéjar. Recordemos que estas salas de vistas se articulan generalmente sobre cuatro machones de ladrillo ochavados (pilares de ocho caras) y se cubren con armaduras de madera de par y nudillo. Al igual que otras salas de vistas, ya cargaditas de años, ésta ha perdido su posición estratégica de visión exterior al quedar superada en altura por los edificios cercanos. No es necesario alejarse mucho en el tiempo para advertir que, con carácter general, los edificios de la ciudad han elevado su altura media considerablemente. (Texto: José María Gutiérrez Arias)