Este patio se encuentra situado en la calle Núñez de Arce, 12 “Consejo Consultivo”

Es ésta una calle desangelada, de escasa personalidad y casi antipática, que parece servir solamente para circular de prisa por ella, pero no para detenerse. Ha sido durante varios siglos una de las entradas más transitadas de Toledo, por ser, hasta el arreglo de la de las Armas, la más llana y espaciosa desde que se franqueaba el más antiguo recinto amurallado; por ella, y una vez cruzada la puerta de Alarcones, única de estructura visigoda que aún conserva la ciudad, se encaminaban las comitivas de personajes famosos hacia el Palacio Arzobispal o hacia la sede del corregidor.

Torno de las Carretas se la llama durante varias centurias, compartiéndolo con la calle de Carretas actual que, aunque abreviado, lo lleva todavía. Así se la llama concretamente en 1576, al establecerse en ella el convento carmelitano de San José, pronto emigrado a las Tendillas. En el siglo XVIII y en el XIX se la conoce como “calle que baja al Correo”; en 1864 se la denomina oficialmente, junto con la calle de las Cadenas, que se intenta refundir con ella, calle de San Nicolás, aunque seguía usándose el anterior nombre de Correo hasta final de siglo. Por último, en 1894 se la dedica al poeta romántico Núñez de Arce, desconociendo el motivo o causa. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)

El patio está ubicado en una casona en frente de la capilla de San José. El inmueble, es otro de los buenos edificios de Toledo, que se le supone del siglo XV. Construido en dos plantas y otra tercera de menor superficie. Conserva el magnífico patio gótico que le hace ser el de mayores dimensiones de la ciudad, columnas ochavadas con perfil redondeado de piedra berroqueña y con alfarje en un salón. La fachada con portada en color y pintada, que simula piedra, encima escudo real coetáneo de la casa con toisón de oro incluido. Balcón sobre la entrada de más reciente construcción instalado por su anterior dueña, la señora Barroso.

Los Reyes Católicos adquieren en 1504 el inmueble a la familia Cota, de ascendencia judía, una de las más influyentes de la época, dentro de cuyos miembros destaca el Regidor y Tesorero Real Alonso Cota y su hijo el poeta Rodrigo Cota.

Hasta 1680 funcionó como Casa de la Moneda o Ceca fabricando monedas entre otras: escudos de oro, reales de plata, blancas de cobre, cuartos de bronce, maravedíes de cobre, cuartillos de cobre… Tras su cierre, a partir de 1761 el rey Carlos III estableció en el edificio la Real Fábrica de Espadas y Armas, destinándose en épocas posteriores a usos variados tales como estafeta de correos, fábrica de mazapán, patio de vecinos, casa de la radio,… hasta que en 1998 la adquiere la Junta de Comunidades y la restaura, para sede del Consejo Consultivo.

La inauguración oficial de la sede tuvo lugar el 6 de mayo de 2002 y contó con la presencia del Presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y de diversas autoridades.