Este patio se encuentra situado en calle de Santa María la Blanca, 10

En el nomenclátor municipal de 1864 se llamaba esta vía “calle de la Judería”. Sin embargo con el nombre de Santa María es la que, efectivamente, usaba el nombre de la antigua sinagoga, y así siguió denominándose a diario, mientras que la otra era simplemente la calle de Barrio Nuevo, o bien de la Carnicería de San Juan de los Reyes.

En 1916, al denominar el Ayuntamiento “Calle de Reyes Católicos” a la citada de Carnicerías, incluyendo a una fachada de la plaza de Barrio Nuevo y la continuación hasta el paseo del Tránsito, se llevó el nombre oficial de Santa María la Blanca al trayecto actual.

No es preciso detallar demasiado el origen del nombre de esta calle, aplicado a esta calleja y que conserva, por cierto, el aspecto de la Judería que aquí estuvo. Según las últimas investigaciones, a mediados del siglo XII era reedificado el templo por el almojarife de Alfonso VIII Josef ben Susán, fallecido en 1205. Por esto se llamó “Sinagoga nueva” al edificio, aunque era, probablemente, el más antiguo templo hebreo de Toledo.

En 1411 la consagraba al culto cristiano el célebre valenciano san Vicente Ferrer, suponemos que no de muy buen grado por parte de sus antiguos poseedores.

Sin más incidentes dignos de nota que la historia de este templo, ha transcurrido la vida de esta sencilla callejuela, que en 1776 tenía siete casas y dos corrales, perteneciendo éstos a los Trinitarios descalzos. Sus vecinos pertenecían, como ahora, a la colación de Santo Tomé. La emigración forzada de sus seculares habitantes hebreos, fueron sustituidos en parte por conversos y por cristianos, gracias a la orden tajante de los Reyes Católicos, continuadores en 1492 de la política iniciada en 1290 por Eduardo I en Inglaterra y seguida en 1306 por Felipe el Hermoso de Francia, si bien fueron más criticados que sus colegas regios, aunque la medida fuera idéntica en los tres casos y con motivos más miserables en la de 1306. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)