Este patio se encuentra situado en el callejón de San Pedro, 2

Estamos en uno de los adarves mayores de la ciudad, trazado sobre un lomo o planicie estrecha y alargada del terreno, relativamente llano. Por esta causa no ha debido tener salida nunca; salvo que la hubiera, escalonada o con un desnivel sumamente brusco, hacia la plaza de las Fuentes. Dicho trazado se mantiene desde al siglo XVI. Se la llamaba en el siglo XV ‘adarve de Atocha’.

Pero en el siglo XVI por lo menos, la fundación en la primera de las casas de este callejón, casa con tres fachadas del hospital de San Pedro impuso el nombre a este callejón, si bien la entrada la tenía por la calle del Barco. En el catastro de 1778 se la llama lo mismo que hoy. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)

Cercanos a la Catedral traemos una leyenda inspirada en el año 1521, cuando los Comuneros de Castilla fueron vencidos en la batalla de Villalar por el Emperador Carlos V. La leyenda lleva por nombre

La Penitencia del Obispo Acuña, “Como un ejército derrotado en la batalla, con las cabezas bajas y con el aspecto de estar arrepentidos. Sostenían en una mano una espada y en la otra una antorcha que proyectaba sombras en las estatuas de la catedral. Los murmullos que se oían fuera, amortiguados por los muros de la Catedral se convertían en unos espantosos sonidos que llevaban a la locura. Todas las estatuas que eran iluminadas por las antorchas al paso del terrible séquito cobraban vida y se incorporaban a la procesión”.