Este claustro se encuentra situado en la calle Cristo de la Parra “Convento de Santa Isabel”

Hasta el doctor Moraleda llegó el recuerdo del Crucifijo que dio nombre a la calle y al callejón, diciéndonos que “estaba cubierto por una parra”. En efecto, la imagen existió, o al menos existía a finales del siglo XVIII, aunque ya habría desaparecido antes de 1841 y sólo subsistía la planta trepadora, nombre que fue recogido en el Callejero oficial de 1864. (Fuente: Historia de las Calles de Toledo)

En el barrio de Santo Tomé, situándonos en la plaza de San Salvador, ésta se divide en cuatro salidas, hacia las calles Santo Tomé, Rojas, Trinidad y Santa Úrsula. Tomamos la última, que es de bajada y continuamos hasta llegar a plaza del Juego de Pelota, continuamos y dejamos a nuestras espaldas el ábside de la Iglesia de San Bartolomé, y justo a continuación comienza la calle Cristo de la Parra, y en la primera puerta a la izquierda, nos encontramos con la entrada al patio que vamos a describir.

El patio-claustro que visitamos se llama de la Enfermería, ha sido restaurado por el Consorcio de la Ciudad de Toledo. Es el núcleo central del palacio edificado por Don Pedro Suárez de Toledo, hijo de Don Diego Gómez y Doña Inés de Ayala. Esta identificación se ha hecho gracias a la decoración heráldica que aparece en el alfarje de la galería baja del patio. La cronología la fija Martínez Caviró entre 1374 y 1375.

En 1477 se fundaba en Toledo un segundo convento de religiosas franciscanas bajo la advocación de Santa Isabel de Hungría, una de las personalidades más relevantes de la Orden seráfica. El nuevo monasterio fue obra de una dama toledana emparentada con los Reyes Católicos, doña María Suárez de Toledo, hija de Pedro Suárez y Juana de Guzmán, señores de Pinto, la cual, por su austeridad extremada de vida, fue conocida con el nombre de sor María la Pobre. (Textos: Juan Meneses Revenga)

Las dependencias del antiguo palacio se distribuyen en torno al patio-claustro de planta ligeramente rectangular definido por columnas ochavadas de ladrillo. En planta baja se conservan tres yeserías que dan acceso a los salones localizados en las crujías norte, sur y oeste. La tipología de dos de las tres yeserías es muy común en el mudéjar toledano, siendo el arco angrelado una de sus principales señas de identidad. El tipo de decoración de ambas, tanto del alfiz como del intradós, es vegetal, estimándose su fecha de realización en torno a la segunda mitad del siglo XIV. Aparte de este patio de la Enfermería, hay otros dos patios-claustros mudéjares llamados de los Laureles y de los Naranjos que no podemos ver por estar dentro de la clausura, éstos y el que nos ocupa también tienen acceso por la plaza de Santa Isabel, tras pasar una portada de interesante heráldica que se estima proceda del siglo XIV. (Texto: Consorcio de Toledo)